miércoles, 24 de abril de 2013

OTRA VEZ SOFÍA

                       Hoy la niña no se levantó con cuerpo de excursión; para ella sería mañana de pasear con Sofía por el mercado, mirando los pescaos y lamiendo escaparates con los ojitos infantiles. Para ella no había excursión.
La niña ya lo sabía; en casa, desde la circular del colegio, el tema había quedado zanjado con un  apresurado rasgar del papel y por la ausencia de filetitos de pollo que empanar y de batidos de chocolate en la nevera.
No es que Sofía le diera mucha importancia, al menos aparentemente; su niña no iba a la excursión porque no disponía de los ocho euros para pagarla y eso no era una tragedia: se trataba de su realidad. 
Pasarían el día paseando por el mercado, las dos juntas.

Por eso me alegré tanto esta mañana, al ver que Sofía iba tras la fila de los escolares que subían al autobús, buscando un buen sitio para despedir a la niña. 
El sol salió. Yo me acerqué a mi Sofía.

Y Sofía me relató que el director había hablado con ella, que el director habría pensado... que no sabía cómo había sido, que la asociación de padres había pagado y que su niña al levantarse, no tuvo cuerpo de excursión hasta reparar en la mochila dispuesta.

Me dijo que su niña la había agarrado como loca, que había salido el sol, que la vecina le había dado dos ajos y una cebolla, que la abuela le había comprado un paquete de patatas y que su hija llevaba macarrones con tomate para almorzar...

lunes, 8 de abril de 2013

TEORÍA DE CUERDAS APLICADA;

esto es como los "sketchs" de Barrio Sésamo en los que el buen amigo "Coco" nos familiarizaba con el uso del "¡Buenos días!" por la mañana y el "¡Buenas tardes!" por la tarde y si suficiente no fuere, la tita Manolita nos lo recordaba agarrándonos los mofletes con una sola mano resultando de aquello la ignominiosa e incómoda "boca de pez"...

Pues bien, a muchos de los usuarios de las horas matutinas los crió la loba de Mogli.

He aquí mi tesis sociológica, atrevida por lo escueta pero profunda hasta la extenuación.
Desafortunadamente hemos confundido a los seres semejantes con animales, de tal manera que accedemos a las aceras, los autobuses o la salita de espera del médico de cabecera como si a una cuadra se tratase.
Efectivamente.
Y es esto la subida de la leche que se corta, formando cuajarones pestilentes ya de inmediato; cimbrea la cuerda vecina: las tripas conforman un nudo marinero de tan difícil solución que ni un buen polvo garantiza el desenredo...

Así nos va: relinches, anorgasmia y recortes.

BUENOS DÍAS A TODOS.