sábado, 13 de noviembre de 2021

ESPERE, COMA, SALGA

ESPERE, COMA, SALGA.

Anoche vi algo absolutamente perturbador: una larga fila de coches, dándole al claxon con desesperación, hacían cola, a eso de las nueve y media, para entrar en el ridículo recinto que, el Burger King de Chiclana, tiene para despachar pedidos "auto" y para aparcar y estar adentro. 

Me inquietó muchísimo la desesperación de la gente que tocaba sus cláxones con enfado... ¿por comer "comida rápida"? Es digamos... un colmo: el de la necesidad impuesta por lo rápido y lo fácil.

Lo dicho.

Miré la luna, me hizo feliz su semblante de ojo moruno, sentí con agrado el frío húmedo de la magnífica noche, ajusté los auriculares para no dejar escapar ni una sola nota de mi adorado Debussy y sorteé la fila tras mi visita al súper cercano, contentísima por la oportunidad del paseo y de una cena de brócoli salteado, jamón dulce y salmorejo, en cuanto llegase a casa.