martes, 22 de marzo de 2011

MOTIVO DE REMORDIMIENTO

-¡Lo nuestro se ha acabado, imbécil! ¿No te das cuenta? Eres un egoísta, no te importa nada de lo que me ocurra... ¡Me siento sola!
-Cariño, por favor... No me hables así. Sé que he metido la pata, que he sido un idiota. No debí hacerte daño, ¿por qué no me di cuenta del daño que te hacía? ¡Oh Dios, si ahora me odias! ¿Qué haré, qué haré sin ti?
-¡Nada! Morirte de asco ¿qué si no? Y eso es lo que te mereces, eso precisamente.
-Dame otra oportunidad, sé que dejarte plantada el día de nuestra boda fue deplorable. No podré perdonarme jamás, ¡no me dejes, no me dejes mi amor! ¡Te quiero y no puedo vivir sin ti!
-No sé si podría hacer esto que me pides... No lo sé...
-Por favor, mi vida. ¡Si nos queremos! Lo sabes, sientes lo mismo que yo. Mi amor, mi amor... dime que sí. Mírame a los ojos, dame otra oportunidad y no me dejes... ¿Qué, qué me dices...?
-Pues...

PI-PI-PÍ...PI-PI-PÍ...PI-PI-PÍ...PI-P..........

-¿Sí?

-¡Hoooooola-bueeeenas-tarrrdessss! ¿Está el señor o la señora? ¿Sí, no? Da igual. Le llamo de los seguros ERRE QUE ERRE, y el motivo de mi llamada es porque estamos con la promoción de nuestro seguro de bla, bla, bla....

miércoles, 16 de marzo de 2011

PUÑALADAS.

Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce, quince, dieciséis, diecisiete, dieciocho, diecinueve, veinte, veintiuno, veintidos, veintitres, veinticuatro, veinticinco, veintiséis, veintisiete, veintiocho, veintinueve, treinta, treinta y uno, treinta y dos, treinta y tres, treinta y cuatro, treinta y cinco, treinta y seis, treinta y siete...

Y UNO QUE ESTUDIÓ PARA JUEZ SENTENCIA QUE NO LA MATARON CON ENSAÑAMIENTO.
¡MALDITA SEA!

viernes, 11 de marzo de 2011

En la sombra de la bestia anidan las raíces, retozan los desesperados y muerden las ovejas. El sueño se torna forzado, la marcha lenta y la vida fanfarria.
Tan sólo ella deseará a sus hijos y sus hijos a ella.

domingo, 6 de marzo de 2011

...Y CADI NO SE HABÍA PELEAO CONMIGO...

Hacía años que no pisaba las calles de mi Cádiz en una noche de Carnaval. Podéis creerme.
Y me sentía como una especie de híbrido, entre guiri y gaditana. Y es que Chiclana está muy lejos... y mis responsabilidades, y mis distancias...

No me hizo falta disfraz ni cubata. Allí me bajé, dónde se acaba el ticket del autobús y comienzan las Puertas de Tierra, con las niñas y alucinando en colores.
Podría haber acortado el camino hasta San Antonio, pero ya iba pegando botes contagiada por un virus que me sonaba de antes...

Anoche mis niñas me conocieron un poquito más, y no podían creerse que su madre pudiera reirse tanto.

Hoy me levanté en Rosario Cepeda, más feliz que ná.
Me voy a ver los coros...

¡Eleee!