martes, 24 de enero de 2012

En aquella lágrima que no me viste ¡loco de besos tú, amor!, asomaron en estertores de muerte aquel dolor, todo el miedo... la soledad.Y aunque la eternidad acabara compañero mío, tus besos mesan hoy las espinas. Me dicen ellos que sí era cierto... que el amor existía. 

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