miércoles, 27 de abril de 2011

PARA TIRARSE DE LOS PELOS

Cádiz se prepara para el 2012. La alcaldesa se está aplicando bien.
El último día que estuve paseando por las calles de mi ciudad pude contemplar atónita cómo la Alameda terminaba en un parking nuevo.

Iba extasiada admirando tanto verde mar, cuando de pronto me encuentro con que termina la balaustrada y comienza una fea explanada por terminar, llena de vallas, conos y demás exornos. Eso sí, el parking funciona ya. Limitando con la murallita del mar, un parking vecino al Atlántico...
Bucólico. Con sus ascensores de acceso y sus escaleras, y una maravillosa rampa para los coches: una mole irreberente justo en la entrada de parque Genovés, con los bordillos en blanco y negro. Ahí, bien señalizado para que nadie deje de verla y termine emulando al vaporcito del Puerto...

Aquello no hay por dónde cogerlo. Valiente barbaridad. Un atentado al paseo de la Alameda, dónde habría que preocuparse más por arreglar algunas zonas de balaustrada, banquitos y losetas en vez de sacarle las tripas al sitio.

La rampa de acceso para coches dista pocos metros de la misma entrada del parque, que dicho sea de paso, tiene las rejas hechas polvo de herrumbre. Ni una manita de pintura se merecen... por lo visto.

Pues podría haber apostado por arreglar la Alameda, en vez de potenciar el uso del coche en el casco antiguo.
Calles peatonales, y las piezas de artillería en las esquinas de las calles, que si los franceses "las olvidaron", en Cádiz se les sacó el mejor partido que podrían haber tenido nunca; evitar en su dia el rozamiento de las ruedas de los carros con las esquinas de las casas. ¿Y dónde están? Conté dos, nada más.

Para el 2012 Cádiz no necesita más plazas de aparcamiento y menos en el casco antiguo ¡por favor!. El que quiera visitarla que vaya a pie o en bici, o en bus, que la línea 7 llega hasta allí cerca.
La gente estará contenta, me imagino. Cómo no.

El Oratorio de San Felipe, donde se promulgó la Constitución está en obras también. Un enorme andamio lo cubre todo, pero eso sí: un rótulo luminoso indica los días exactos que quedan para el bicentenario de La Pepa. También un insulto a la alcaldesa pintado, que no repetiré, claro.
Frente al Oratorio, y para el que desee aprovechar el paseo hay una preciosa finca con decoración Art-Decó en sus ventanas y en la puerta del patio.

Esperamos que la alcaldesa no esté construyendo un parking debajo del Oratorio para que la gente vay cómoda en todo momento...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya vi el dichoso parking, a un lado del parque, y al otro lado, como soy tan despistada me dije, ¿que hace aquí este hueco tan grande que ha quedado? y no caí hasta mucho después que han tirado el parador que había allí, me comentaron que era porque tenía los cimientos mal o algo así, a ver que se les ocurre poner en su lugar.
Cádiz, tan antigua y llena de rincones maravillosos, me encantan sus plazas, sus edificios y su gente. Nunca te he contado que nací allí, en la plaza de las viudas.
No te puedo ni expresar con palabras la cantidad de sentimientos que me embarga esta ciudad.
Muchos besitos, Chari, y para las niñas también.Eva.

Carmen dijo...

¿cómo que no vas a repetir el insulto con lo gracioso que es?. Esta tarde me hizo mucha gracia cuando me lo contaste, aunque la cosa de las calles de cádiz no está pa mucha risa.
Besos.

Cuenticiente dijo...

¡No me digas que naciste en Cádiz! ¡En la Plaza de las Viudas!
La verdad es que aquella mole insolente es una barbaridad. Hay quien está feliz, pero yo no puedo entenderlo.
¿Cómo es posible que nos hayan lavado el cerebro, haciéndonos ver que el coche es algo normal?. El coche es un lujo, y hay mucha gente entrampado hasta las cejas por tenerlo y mantenerlo...

Y claro, el parking cerquita. Colabora la alcaldía de Cádiz en afear una ciudad milenaria, llenarla de cosas absurdas... que un parking en el parque Genovés, es como ponerle a una viejecita un vestido de novia. Una falta de respeto.
Pobre mi Cádiz, mi niña vieja.

Cuenticiente dijo...

Parásito. Ese era el insulto. Y si me permitís decirlo, y en honor a mi cultura chirigotera diré: que a la alcaldesa tanto tinte le está afectando a las neuronas, que ya las debe de tener de amoníaco empapaítas...
Ahí va una letrilla.

Vamos a ver lo que se lia allí el año próximo. ¡Qué vuelvan los cañones a sus esquinas, y las calles peatonales!

Anónimo dijo...

La dictadura del coche y sus supuestas comodidades. Esos aparatos que hacen ruido, contaminan, pesan 1500 kgs y que generalmente transportan a una sola persona.
Y seguimos sin aprender y construimos cada vez infraestructuras más favorables a ellos, cuando lo que habría que hacer en las ciudades es devolverles las calles a la gente que va a pie o en bici, haciendoles difícil el tránsito a los coches.
Eso ya se ha hecho en ciudades como Copenhage, donde los coches han pasado al último lugar.

http://dialogotomia.blogspot.com/2011/04/copenhague-una-ciudad-ejemplo.html

Cuenticiente dijo...

Cádiz es como una viejecita contadora de historias. Llena de esencias, oasis de recuerdos. Cádiz no necesita plazas de aparcamiento.
Gracias por estos apoyos, estoy indignada con esta falta de respeto. A ver si llegan aires nuevos...