sábado, 1 de abril de 2023

UN PRÍNCIPE DE BANDERA

Las anécdotas se habrán acumulado, desgarradas de su matriz, en infinitas realidades durante el Congresolenguacádiz; cada palabra dicha, cada pensamiento no verbalizado, la mirada atenta, la atención olvidada..., todo ello habrá confluido en sendos multiversos, aquellos lugares sólo conocidos en plenitud por los dioses. Cada mortal será conocedor de una ínfima parte, una secuencia de incalculable valor para cada uno de nosotros, pero que, en realidad, será una ridícula pieza del carrusel de sentimientos, vanidades, anhelos y conocimientos vertidos en los últimos días en Cádiz y, a su vez, en todos los ciudadanos que no han asistido al Congreso. 

En aquel cuello de botella, donde confluyen las aguas de todos estos ríos, un cisma infinito acude a la llamada de la ignorancia auto complaciente, emporio de la ternura aun así y he aquí que quiero aportar el reflejo contrario del hilo de Ariadna; lo que está perdido, tan increíblemente alejado de todo lo ocurrido. El pasmo que produce la constatación de su existencia, aún me impide coger el sueño pese al cansancio. 

De camino a Chiclana esta noche, en el bus de las diez y cuarto, un señor que olía a sudor regresaba de trabajar. Sentado detrás de mí, acabó su viaje saludando a otro que le había reconocido y, casi a voz en grito, comenzó a relatarle su día. Enseguida desveló su pieza del carrusel:

"De ahí vengo, que me zalió un trabajito en Cadi, quitando lah banderitah eza der príncipe..."

¡Maravillosas piezas del puzzle humano!



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