lunes, 26 de mayo de 2025

1:51 A.M


Padre, a ti quiero llegar con mi lamento, pues mis dolores no me dejan hilar razones, sino sólo tender mi voz ante ti, esperando en esta fe que, tu infinita paciencia, me tenía guardada todos estos años. Es por ello que no quiero apartarme de ella; que aun en terribles momentos de salud intento sostenerla, como un paragüas bajo la tormenta. Me empaparé, pero seguiré hacia adelante, aunque hoy mi mente no logre, por culpa de este dolor físico, conectar con tu frecuencia divina. Dejaré tendido ese lazo, aunque hoy no te sienta, porque sé que tú estás al otro lado, aquí, me contienes. Mi única tristeza es mi miedo a este dolor de mi cuerpo; me desespera hasta sentirme morir... La tristeza de sentir que no estoy a la altura, que mi fe es minúscula, me atormenta y me avergüenza. 

Es necesario, lo sé, y tu plan mayor contempla mi necesario sufrimiento. Por ello alzo mi voz hacia tu inconmensurable luz, como quien pretende atravesar un río sin saber nadar. 

Te amo, Abba.


Transversal es el dolor


 ¿Para qué estamos en el mundo? El crecimiento y el amor son transversales al dolor: nada crece si no duele. "Las personas que no han sufrido son como iglesias sin bendecir", versaba el poeta Luis Rosales.

El dolor, por tanto, es la semilla que gesta nuestro viaje; en ella crecemos, como en un útero legítimo. Es extraña a nuestros egos, porque pensamos que nadie merece sufrir. Dios "llora" nuestro dolor como un padre lamenta el sufrimiento de un hijo, pero sabe que forma parte de un plan inevitable y mayor.

Estamos en el mundo para crecer, para caminar un trecho de Alfa a Omega. Cada paso es un aprendizaje nuevo, cada dolor es un nacimiento...

Sólo olvidar orar en cada instante del aprendizaje entristece; Dios habla a través del dolor y el humano sufrimiento nos ciega para la oración.

Yo no he parado, sin embargo, entre gruesas lágrimas, de pedir una tregua a mi dolor físico en los  últimos tiempos. Casi sólo esa oración, tal vez un "gracias, Padre, por la vida, por la oportunidad...", y se diluía mi conexión ante los tormentos de mis huesos y nervios, y me olvidaba, y me olvido. Me empeño en prender aquella luz de su presencia, no obstante, entre las brumas del horror que estoy pasando le digo: "aunque tenga que ir toda mi vida con una muleta, pero quítame el dolor, Padre" y desear morir entrevera esa petición... 

Cada vez peor, cada vez más encorvada, más despacio, más dolor, cada vez, más cárcel de desesperación, de pastillas y fisioterapia barata. Cada vez más cerca de Omega, pero infinitamente lejos de tan sólo pensar en llegar, encerrada en un cuerpo que no se tiene en pie. 

"¡Dios, no me dejes!", son las únicas palabras que salen de mi garganta, mientras trato de llegar a las pastillas, arrastrándome por la casa. 

¿Para qué estamos en el mundo? ¿Podré contar un palmo de mi espíritu más crecido o no lo soportaré y la depresión vendrá antes?


viernes, 28 de febrero de 2025

MAESTRO


Me llegó por Instagram la afamada serie "The Chosen" y, cuando pude comprobar que podía ver las 4 temporadas sin pagar un duro, me descargué la aplicación. 

Casi se cumplen dos años de mi vuelta a la fe y, cada vez, encuentro más donde recrearla. Esta serie es uno de "esos lugares".

¿Por qué está teniendo tanto éxito esta serie, que ahora, en breve, estrena la quinta temporada? Yo tengo mi propia respuesta, lejos de industrias y balances... 

No sé si este "fenómeno" será precursor de un cambio en el cine religioso. Eso a mí me da igual. Lo que pongo en valor es la manera de acercar un personaje y una historia a la gente, algo muy necesario en estos tiempos, cuando la espiritualidad se dispersa y desaparece de nuestras vidas por culpa del "samsara" y su dominante ego. Mostrar a Jesús desde lo humano, desde lo cotidiano..., eso, amigos, era tan necesario como inútiles son y serán siempre los dogmas. Así, se constata que la humanidad, aunque arrogante en su tecnología, en sus regímenes políticos, en su individualismo, tiene un poso de verdad, un destello de una divinidad escondida bajo múltiples velos, que intuye y reconoce que "algo hay" y que ese algo es su verdadera naturaleza.

Y Jesús de Nazaret, el Maestro, el personaje más importante de la historia de la humanidad, el hombre Dios, continúa existiendo dentro y fuera de cada uno de nosotros. Imaginar que reía, que lloraba, en el estricto parámetro del ser humano, nos hace caer en la cuenta... ¿De verdad me amas?,¿a cada uno amas, Maestro?, ¿siendo la humanidad un caso perdido, la amas, sabes que acabará evolucionando, rabí?  Entonces, esa chispa divina que todos tenemos, responde con un latido del corazón, en donde también existen neuronas, y sientes y te das cuenta de que alejarse de los dogmas religiosos es el camino, para empezar. Luego piensas "dan igual las recreaciones de su vida, porque su mensaje fue simple: las series, las películas, los libros (como el mágico y recomendable "Caballo de Troya"), porque, una vez que tomamos el hilo de su mensaje, solo resta orar o meditar para entender. Qué más da un detalle u otro de su vida y hablo ahora del Jesús histórico (consúltese la obra del filólogo e historiador Antonio Piñero, que lleva decenas de años estudiando la figura de Jesús y no cree que fuese hijo de Dios), ¿es eso lo importante? No".

Lo importante es el que ES, fue y sigue siendo. Pregúntale a tu corazón cuando imaginas a Jesús como uno de nosotros, en este mundo. Ahí te abraza. Y ya, tras su encuentro, avanzando por ti mismo y no por las religiones ni por otros, no hay vuelta atrás. Se instala en tu vida y te da la mano, camina contigo y te transforma. 

Yo puedo decirlo.

viernes, 24 de noviembre de 2023

LA DERECHA TORCIDA


 LA DERECHA TORCIDA

No sé  por qué el significado de 'derecho' o 'derecha' se tiene como por 'bien conducido'.

Ayer, en una conversación sobre temas varios y personales, que establecimos una persona allegada y yo, muy querida por mí esta amistad y desde hace treinta años, surgió el tema de su ciudad, de cuyo nombre ahora no quiero acordarme. 

Bien; esta amistad me decía que había cambiado mucho su ciudad, que estaba llena de moros, que hay barrios en los que sólo viven moros, que encima suyo vive un argentino, que toda esa gente recibe más ayudas que nadie, que les dan de todo, que... conoció a una mora, que cobraba ayudas y trabajaba 'de negro', ella y el marido y que 'untaba' con dinero al profesor de la autoescuela... Esto no lo entendí muy bien,  porque no le veo el sentido a la fechoría, pero ahí lo dejamos: fue lo que me dijo. 

Yo, por supuesto y como no podía ser de otra manera, argumenté con todo mi razonamiento,  intentando hacerle ver que eran personas que habían venido a trabajar y a buscarse la vida, que de todos los 'colores' hay listillos y que no estaba bien pensar que, por ser extranjeros, ya venían a delinquir y a quitarles a esta persona, a los españoles, el pan de la boca. 

Qué pena más grande; pena y terror, siento.  ¡Anda que no son peligrosos los que así piensan y se conducen!, ¡son como jaurías irracionales llenas de odio y de resentimiento,  son como animales acorralados que no dudan en echarse al cuello del que no es como ellos!


Estimados amigos, ¿cuán derecha es la derecha; cuánto tiene de derecho?, ¿realmente es derecho su discurso?

Allí los vemos ahora en Madrid, enseñando los dientes, rabiosos contra todos los que no son como ellos e insultando a los pobres periodistas...

Siento terror. Esta gente es muy peligrosa y sus políticos alientan el odio. Dan miedo. 

Espero que el nuevo presidente sepa lo que hace y no acabe esto en otra guerra civil. ¿Cuál sería el papel del rey aquí, pues hasta a los Borbones parecen odiar esos de la calle?

Particularmente pienso que, dada la circunstancia y las piezas que había en el tablero, PP y PSOE tendrían que haberse entendido para formar gobierno,  dejando a Puigdemont donde está, a los de VOX en su rincón o no tan 'rincón', pues ya gobiernan en autonomías... Agitar el avispero por estos motivos nos lleva a escenarios inciertos e impredecibles. Fijaos si no en lo que dicen los militares retirados, después de que, en el año 21, dijeron que habría que fusilar a millones se españoles...

Por eso me da tanto miedo esa derecha que torcida se conduce. 

Pido a la razón, cordura, a la inteligencia, cautela, a los corazones, templanza.

Que los ángeles nos asistan y pongan mesura en esas mentes, porque, como esto siga así van a pasar cosas muy muy graves y no descarto un conflicto. 

Estoy aterrorizada, sinceramente.

sábado, 21 de octubre de 2023

"¡¡OH, MUNDO!!"


 "¡¡OH, MUNDO!!"

Con las manos alzadas enmarcando su rostro velado, una médico de un hospital de Gaza gritaba, a la vista de muchos que la observaban con los rostros desencajados por el miedo y el dolor, llorándole al mundo como testimonio desgarrador de la brutalidad de ver a los niños asesinados, desmembrados, desangrados. Como escapada a la impotencia sus gritos; a la desesperación: "¿Es que nuestra sangre vale menos que la vuestra?", vociferaba rota en llanto ante la cámara que la grababa, quizá con la esperanza de que, en algún lugar del mundo -"¡oh, mundo!"-, alguien pudiera hacer algo para acabar con los bombardeos, con las muertes, paliar el hambre, la sed, el terror, la pena, la incertidumbre.

¡Oh, mundo...!, ¡¡mundo...!!

Mundo anestesiado que parece sumar películas en vez de realidades, mundo que sigue odiando, litigando con el vecino; mundo cisma de la pretensión de superioridad y el dominio al otro, mundo con el ridículo penacho en su cabeza de un dios hecho a imagen de la humanidad; un dios hecho a la imagen de la insignificante naturaleza humana, yerma de confianza en el Dios amoroso que nos creó.

Y ahí sigue, ¡oh, mundo!, guerreando y asesinando, unos y otros, por una tierra, por unos ideales, por un constructo que sale de cabezas enfermas de odio. 

Con las manos alzadas frente a su rostro,  cubierta con su velo islámico, una doctora de un hospital de Gaza gritaba desesperada, aterrorizada, desbordada: "¡¡Oh, mundo!!".

Y, el mundo, en vez de aprender, en pocos días, continuará con la "película" que se le da cada día a través de las pantallas de los televisores, ya sea en Gaza, en Israel o en una de Van Damme -para el mundo todas ellas ocurren frente al sofá o cómodamente sobre él, móvil en mano-. Considerará que habrá que seguir visionando violencia en cuantas más versiones mejor, porque la anestesia de la democracia nos salva el pellejo de la atrocidad, de momento; miramos por las ventanas y no caen bombas, todos los edificios están en pie. Así, acudirá el mundo al centro comercial; preparará el 'Halloween', imitará el mundo las vísceras y la sangre, las carnes suturadas o desmembradas porque, con la anestesia, no duelen las tripas al aire y reirá el mundo la representación de la barbarie, porque no tendrá bastante con lo que su conciencia sabe, pero sus ojos no ven y su corazón, ¡oh, mundo!, no parece sentir. 

Me preguntaba alguien tras la explosión, la masacre al hospital de Gaza, qué se puede hacer desde aquí. Qué. 

¿Qué? 

Es imposible, me niego a creer, que no se sepa que un mundo mejor es amar a los demás,  empezando como sea.


Imagen de la web: 'Gazeta do Povo'

sábado, 1 de abril de 2023

LOS "ACONGRESADOS"


Se inaugura el Congresolenguacádiz en el Teatro Falla a medio día. A dicha inauguración se asiste sólo por invitación, según se especifica en la web. Durante varias semanas, por e-mail e Instagram, he preguntado sobre estas misteriosas invitaciones y no contestaron a mi pregunta: "¿En base a qué criterio se dan dichas invitaciones?" Entiendo yo que, los inscritos, tenemos derecho a asistir a los eventos de inauguración y clausura. Pues no sólo no tenemos derecho, sino que tampoco lo tenemos a que se explique por qué los organizadores lo han gestionado de esta forma. 

Ayer por la mañana, tras mucho insistir, recibí finalmente un correo en el que se usaba graciosamente el adverbio "ya": no es posible "ya", por problemas de aforo. Qué oportuna e increíble excusa, ¿verdad?, como si fuésemos tontos. ¿Hay que "caer bien", ser catedrático, señora "de", señor "de", político, director de algo muy gordo, rey...? Parece ser que sí, que es eso. Y es este el motivo por el que no han tenido a bien resolver mi duda: porque la explicación sería ilógica, pondría el foco en el injusto ostracismo y, ¡claro!, eso no viste como el traje de ceremonia. Aceptar que han dado las invitaciones a quienes han querido..., ¡qué ignominia aceptar que han discriminado en la ciudad de la Constitución!, ¡qué pérdida de elegancia sería, de pose! Qué feo y qué mal lo habéis hecho, organizadores. Qué feo, qué poca elegancia, ¡contestar el último día a mis  mensajes pero sin responder!; hacer lo que os da la gana, en resumidas cuentas. Así, en un rato los señores, señoras, etcétera, los "acongresados", ocuparán sus asientos en la "casa de los ladrillos coloraos", (¿sabrán todos que así llama el pueblo gaditano a nuestro Teatro?), pero sin pasárseles por la cabeza la idea de que ellos, nunca, por más cargos y títulos que tengan, conseguirán ser más que nadie y, por supuesto, que no tienen el uso exclusivo de la Lengua Española, como lo tienen de la ropa buena y de las invitaciones porque sí. 

UN PRÍNCIPE DE BANDERA

Las anécdotas se habrán acumulado, desgarradas de su matriz, en infinitas realidades durante el Congresolenguacádiz; cada palabra dicha, cada pensamiento no verbalizado, la mirada atenta, la atención olvidada..., todo ello habrá confluido en sendos multiversos, aquellos lugares sólo conocidos en plenitud por los dioses. Cada mortal será conocedor de una ínfima parte, una secuencia de incalculable valor para cada uno de nosotros, pero que, en realidad, será una ridícula pieza del carrusel de sentimientos, vanidades, anhelos y conocimientos vertidos en los últimos días en Cádiz y, a su vez, en todos los ciudadanos que no han asistido al Congreso. 

En aquel cuello de botella, donde confluyen las aguas de todos estos ríos, un cisma infinito acude a la llamada de la ignorancia auto complaciente, emporio de la ternura aun así y he aquí que quiero aportar el reflejo contrario del hilo de Ariadna; lo que está perdido, tan increíblemente alejado de todo lo ocurrido. El pasmo que produce la constatación de su existencia, aún me impide coger el sueño pese al cansancio. 

De camino a Chiclana esta noche, en el bus de las diez y cuarto, un señor que olía a sudor regresaba de trabajar. Sentado detrás de mí, acabó su viaje saludando a otro que le había reconocido y, casi a voz en grito, comenzó a relatarle su día. Enseguida desveló su pieza del carrusel:

"De ahí vengo, que me zalió un trabajito en Cadi, quitando lah banderitah eza der príncipe..."

¡Maravillosas piezas del puzzle humano!