lunes, 4 de enero de 2010

EL AUTOBÚS DE SOLAGITAS


Visitación sube resoplando, cargada con grandes bolsas. Apenas entra en el "coche", comienza a gritarle al chófer; que si por qué "ha tardao" tanto, que si la poca vergüenza...

El silencio se adueña de los demás pasajeros.

Yo observo cómo acomoda los bultos en el asiento tras el conductor mientras prosigue con improperios, sin apenas respirar.

Su peluca negra, cortita, un poco ladeada, sus cejas pobladas, la nariz abrochándole la cara y su porte menudo le confieren un aspecto cómico pero enérgico, altivo.

Antonio, el conductor haciendo acopio de paciencia y mucha sicología le dice que se calme, que siempre anda gritando, que él siempre la conoció gritando...

-"Vete a tomá por culo"-le contesta. -"Mi marío está sólo en la casa y a ver si se me va a caé

de la cama, puñeta"

-"Tu marío ya no se levanta más, ¿no?"- pregunta Antonio.

-¡Que va!, ...de la cama al sillón y del sillón a la cama. Peó que un niño chico, que tó se lo jase

ensima... Ar niño he dejao por allí, pero de jese no te pué fiá. ¡La mala uva que tiene...!

-¿Quién tu nieto?...


Mientras recorríamos la barriada del Carmen, Visitación fue relatando sus miserias, sus luchas con los nietos huérfanos, con su marido enfermo.

El rostro lleno de arrugas, las manos sarmentosas, el aire crispado, su enfado primero que se atenuaba... formaban en mis sentidos una huella que ya no podré borrar.

Y es que Visitación forma parte de las mujeres más valientes de la historia, es una heroína de lo cotidiano, un ser maravilloso e irrepetible. Alguién tan hermoso y generoso como completamente injusto para sí mismo.

Es la mujer de la posguerra, el corazón de la vida.

Me produce mucha tristeza pensar que tal vez no vivió demasiadas alegrías, que su vida la ha pasado "josifando", como ella decía.

Quizá alguién se escandalizara por sus palabras malsonantes, por sus ademanes bruscos, bárbaros... pero es una princesa.

Sólo hay que fijarse en la belleza de su entrega...

11 comentarios:

Antonio Fassa dijo...

Bravo!!! Eso merece un aplauso, aunque sea un "ciberaplauso virtual". Gracias de nuevo.

Saludines desde la Banda Chiclanera.

genialsiempre dijo...

Bienvenida al mundo blogero!!. Hoy he descubierto tu blog, cuya existencia me habías anunciado, pero desconocía que ya era una realidad y considero que ya me han hecho un regalo los Reyes, pues si lo que vas a colgar son relatos como éste, bien vale estar entre tus seguidores más asiduos, y sabes que allí estaré.
Repito, gracias por el obsequio y muchos besos,


José María

Pedro Estudillo dijo...

Vaya descubrimiento, otro regalo más de los Reyes, y de los más valiosos, los perdurables.
Estas historias cotidianas, que revelan la cruda realidad más desconocida, son las que deberían de tener más divulgación.
Mujeres como Visitación son la que hacen posible que el mundo siga girando.

Sigue así.

Besos y feliz año.

Gitana dijo...

Sencillamente genial; historias de la gente de a pié, de la calle, de los autobuses,..., en definitiva, del pueblo.

Gracias por transmitírnosla.

Saludos!

Carmen dijo...

Me dejas ahora la sensación de conocer a Visitación de toda la vida, y me apena como la que más su historia y sus miserias. Muy bien contado Chari. Un besito.

Cuenticiente dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cuenticiente dijo...

Gracias por vuestro apoyo y ánimo. Para mí ha sido un gran regalo encontrar vuestros comentarios. Comienzo con timidez pero ilusionada por compartir con los demás mi manera de ver el mundo. Me siento muy arropada por vosotros, gracias.

Anónimo dijo...

No sé si esa gente son santos o si son...ejem, me lo callo.
Decía Viktor E. Frankl que el dolor puede convertirse en fuente de sentido para la vida, pero como iluso contemporáneo consumista y deseoso de sentir alegría, creo que el dolor es una mierda y yo no le encuentro ningún sentido.
Habría que preguntarse qué grado de necesidad y por tanto de elección propia hay en aquellas circunstancias que vivimos.
Existen los masoquistas y los sádicos. Encuentro cierta relación, como venía a explicar Erick Fromm en alguno de sus libros.

Cuenticiente dijo...

La religión dominante, la iglesia...tendría mucho que ver con el desarrollo de personalidades dóciles, influenciables... Tal vez la pobreza, el hambre... sobrevivir...Todos podemos y debemos conocer realidades de mujeres como ésta, que extienden sus horas de vida hasta el día de hoy, mostrándonos el fuerte contraste que existe entre una madre de familia "hecha" entonces y una de ahora. La injusta vida sacrificada de mujeres que sólo fueron trapos de fregar, pechos que alimentaban, seres sumidos en el silencio de su ignorancia...de un sometimiento plural, bestial: a la religión, al marido, al régimen... Amigo, ahora hay elección, antes no. Aunque siempre existe quién gusta del sufrimiento, claro. Pero estas maravillosas mujeres no. Estoy muy segura de ello, he conocido y conozco a muchas.

Anónimo dijo...

Cierto. Aunque existe lo que se denomina la plasticidad cerebral, que nos permite modificar conductas erróneas aprendidas para elevar nuestra conciencia a niveles superiores.
Para ello hay que tener una alta dosis de fuerza de voluntad, capacidad de análisis de las situaciones y sobre todo, un amplio márgen para aceptar la derrota.
En definitiva, frente a las imposiciones religiosas, la moralina, la tendencia masiva,la asfixiante costumbre, etc, se hace necesaria la capacidad de analizar el presente y evaluar nuestras actitudes y aptitudes para trascender esos estados.

Equilibrista dijo...

bello alegato a la mujer luchadora, a esa heroina de lo cotidiano que tan bien defines.

rompamos ya las josifas