martes, 22 de marzo de 2011

MOTIVO DE REMORDIMIENTO

-¡Lo nuestro se ha acabado, imbécil! ¿No te das cuenta? Eres un egoísta, no te importa nada de lo que me ocurra... ¡Me siento sola!
-Cariño, por favor... No me hables así. Sé que he metido la pata, que he sido un idiota. No debí hacerte daño, ¿por qué no me di cuenta del daño que te hacía? ¡Oh Dios, si ahora me odias! ¿Qué haré, qué haré sin ti?
-¡Nada! Morirte de asco ¿qué si no? Y eso es lo que te mereces, eso precisamente.
-Dame otra oportunidad, sé que dejarte plantada el día de nuestra boda fue deplorable. No podré perdonarme jamás, ¡no me dejes, no me dejes mi amor! ¡Te quiero y no puedo vivir sin ti!
-No sé si podría hacer esto que me pides... No lo sé...
-Por favor, mi vida. ¡Si nos queremos! Lo sabes, sientes lo mismo que yo. Mi amor, mi amor... dime que sí. Mírame a los ojos, dame otra oportunidad y no me dejes... ¿Qué, qué me dices...?
-Pues...

PI-PI-PÍ...PI-PI-PÍ...PI-PI-PÍ...PI-P..........

-¿Sí?

-¡Hoooooola-bueeeenas-tarrrdessss! ¿Está el señor o la señora? ¿Sí, no? Da igual. Le llamo de los seguros ERRE QUE ERRE, y el motivo de mi llamada es porque estamos con la promoción de nuestro seguro de bla, bla, bla....

6 comentarios:

genialsiempre dijo...

No sdi al final hasta resultan oportunas las dichosas llamadas comerciales...
Pero ¿vuelve con él o no?

Anónimo dijo...

Genialsiempre, esa llamada es para venderle un seguro de vida para que sus hijos puedan tener algo de dinero el día que ese H. de P. la pegue 37 puñaladas.

Que se equivocó al dejarla plantada el día de la boda...
Pues haberlo pensado antes.

Pedro Estudillo dijo...

Lo cierto es que ese final da que pensar y mucho; cada cual que tire por donde pueda, supongo. Yo estoy con Dialogotomía: con esas perspectivas necesitará un buen seguro.

Besos.

Cuenticiente dijo...

¡Jajaja, hola chicos! La verdad es que escribir esto fue un impulso totalmente. Después pensé que daba para mucho tal y como lo había hecho...
En principio era una auto crítica, algo que tenía que expresar de alguna manera.
Después me dije: "bueno, en este caso quizá se le haga un favor a los dos protagonistas con la inoportuna llamada..."
Ella es una borde, él un pelele de cuidao. De modo que yo creo que lo siguiente que los "voy a poner a hacer" es "sexo de reconciliación", anulación posterior de la boda y baja temporal al fijo de la casa...
Después que se busquen parejas nuevas respectivamente, yo no les veo mucho futuro; falla el respeto mutuo.
De todas formas, los seguros "ERRE QUE ERRE" seguirán incordiando a otros. ¡Qué mundo de jartibles!

Anónimo dijo...

Eso de: "no puedo vivir sin ti", se me hace realmente insoportable e intolerable. Una sentencia así hace daño a cualquier ser humano receptor de tal responsabilidad. También al emisor. Decirle eso a una persona es quererla poco y quererse poco.

Unknown dijo...

Es totalmente cierto, aunque a veces estas cosas se aprenden tarde o no se aprenden nunca.
Nadie es de nadie, la relación debe ser siempre de igual a igual. Lo contrario es malo al principio y desastroso después. Anula a uno, empobrece al otro. Siempre existiría un dominante y un sumiso.
Pero creo que el origen de todo esto nos viene de lejos, y de nuevo digo (lo he manifestado en alguna ocasión) que la religión en esto no nos ha hecho nada bien a la sociedad en este país.
He conocido y conoceré en el futuro, viudas depresivas que ya no levantarán cabeza en su vida pensando en el hombre que murió. El hombre que las retuvo en sus propias vidas, haciendo que olvidaran su propio ser.
"No puedo vivir sin ti", le diría ella a él, y él le regalaría una sonrisa. "No puedo vivir sin ti", le diría él a ella, y a continuación él le diría... "...y la cena ¿está ya?"
Amore, amore...