martes, 31 de mayo de 2011

SOFÍA

Hoy la encontré en la puerta del colegio. Fuímos caminando un trecho juntas, mientras respondía a mi pregunta: "¿Cómo estás?"

"No hay faena", me decía. "Ahora espero que me den la ayuda municipal de nuevo... Ciento ochenta euros"

La encontré más delgada; cinco kilos menos, me dijo ella.

"Hoy las niñas no llevan zumo para el recreo, y en casa ya no queda leche. Esta mañana desayunaron unas galletas."
"Un poco de pollo sí me queda, y algunas gambas congeladas de Navidades..."

"¿Y el banco de alimentos?", le pregunté.
"No hay comida" "Sólo dan una vez al mes ahora..."

"¿Sólo te dan ciento ochenta de ayuda...?"
"Sí, y eso que el padre de las niñas me ha bajado la pensión porque ahora cobra menos... Tresciento cincuenta... lo que me cuesta el alquiler; este mes no me queda nada para comer."
"Menos mal que se las lleva Julio y Agosto; las echa de menos."

Tras nosotras llegaban otras madres, una vez alcanzamos la esquina me despedí de Sofía. "Voy al médico, Sofía... Un beso"

El camino hasta el ambulatorio estaba sembrado de cristalitos finos, y los pisé todos.
Por ella, por mí.

3 comentarios:

genialsiempre dijo...

Creo que estos dramas deberían salir a la luz con más frecuencia y más intensidad, pero si la prensa y la TV no lo hace al menos está bien que los aporten los ciudadanos en sus blogs, como tú has hecho. Felicidades por ello

Cuenticiente dijo...

Hay mucha gente así... Demasiada.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Un abrazo grande Chari, a veces no nos queda otra que pisar el suelo y seguir adelante luchando siempre buscando salidas, reclamando un mundo mejor. Gracias por seguir denunciando lo que a muchos no les conviene o no quieren saber.

Eva.