miércoles, 30 de junio de 2010

UN NUEVO SENTIDO

¿Qué fuímos? ¿qué somos? ¿qué seremos?

Animales poseídos por completo por el instinto de supervivencia, esto fuímos. Nuestra necesidad de comer, de permanecer, eran servidos por el instinto. Instinto de procrear, de cazar para alimentarnos...
¡Qué broma macabra de la naturaleza dotarnos de inteligencia!, ¡desarrollar la consciencia de nuestra propia existencia!, ¡ser superiores a todos los demás animales!.

¿La inteligencia no fue sino un terrible lastre que nos lleva a pensar? ¿Por qué esta terrible carga?
La inteligencia nos obliga a desarrollar mayores habilidades, a querer entender y explicar todo lo que nos rodea. ¿No es esto extremadamente agotador?

No nos conformábamos con procrear, utilizar el sexo por puro instinto de supervivencia de la especie. De forma inexplicable deseábamos acariciar y besar. Se establecían lazos entre unos y otros y necesitamos entonces encontrar la explicación.

Si representásemos todo el tiempo de vida en el planeta, los millones de años de evolución en uno sólo, el transcurrido desde el hombre de las cavernas hasta nuestros días tan sólo representarían los últimos diez minutos de todo ese año.

Conservamos instintos de nuestros ancestros, nuestro cerebro lleva miles de años conservándolo pero... ¿desaparecerá? ¿Seremos capaces de alcanzar niveles de consciencia superiores?
Hoy nos lo planteamos, mientras seguimos con los pies manchados de barro anclados a una tierra que nos parió como animales...

¿Es este nuestro futuro como especie humana? ¿estamos desarrollando nuestras mentes en la comprensión de este futuro posible?

Einstein decía que si fuésemos capacez de utilizar toda la capacidad de nuestras mentes seríamos pura energía. No necesitaríamos un cuerpo.
Esta mente sería entonces como el fruto final celosamente custodiado, nuestros cuerpos no serían necesarios como no lo es la vaina de un fruto cuando cae maduro del árbol.

El cuerpo habría sido entonces un envoltorio, una cáscara que habría albergado lo verdaderamente importante.

Nos preguntamos por qué sentimos, por qué sufrimos...
Encontraríamos respuestas a todas nuestras preguntas. Disfrutaríamos de placeres ahora desconocidos, ausentes de dolor y sufrimiento.
Desarrollaríamos habilidades hasta entonces impensables, inimaginables.
La evolución... implica a la inteligencia... la inteligencia deriva en evolución.
Y esto es necesario.
¿O es que acaso caminamos hacia atrás...?
¿O es que nuestra especie sólo salió "a dar un paseo" atados a una cuerda de corta longitud?
¿Queremos hundir nuestros pies más en este barro que nos retiene?
¿Queremos negar que somos superiores, seguir regodeándonos en nuestras miserias?
¿Queremos negarnos el hecho de que caminamos hacía la aparición de nuevos sentidos?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente.
En este tema se debaten mis pensamientos desde hace mucho tiempo, casi desde que era niño.

Hemos creado una serie de habilidades impresionantes. El simple hecho de hablar y poder comunicarnos del modo que lo hacemos es un logro indiscutible.
El pensamiento abstracto es otra de nuestras habilidades y quizá la más peligrosa, pues por un lado nos permite desarrollar el arte, pero por otro lado nos puede sumir en depresiones y terribles devaneos mentales que no nos llevan a ningún lado.

Poder pensar utilizando las palabras es algo mágico. Podemos desarrollar ideas y proyectarlas. Podemos recordar el pasado dotándolo de un significado concreto.

Estamos tan acostumbrados a ello que no nos paramos detenidamente a pensar en ello.

Osho (filósofo hindú), decía que el mayor factor de infelicidad en el hombre es su manía de filosofar acerca de todo. No hay que filosofar, simplemente ser.
Y E. Ciorán, filósofo rumano con un marcado caracter trágico, decía que el mayor error del hombre había sido crear la Historia.
Con ello venía a decir que el mayor error del ser humano había sido pensar, pues para crear la Historia es necesario desarrollar el concepto de pasado, presente y futuro en el marco del pensamiento. Los animales sólo viven en el presente.

Una buena reflexión que ya está dando sus respuestas...

Recuerdo un postulado científico que decía: "Cuanto más evolucionada es una especie, mas corta es su existencia."

Y sí, estoy seguro de que si seguimos existiendo, seguiremos desarrollando nuevos sentidos que nos permitan percibir de un modo más realista el entorno que nos rodea.

Unknown dijo...

Los animales suelen tener su conducta predeterminada por los instintos y no pueden evitar comportarse de una manera que ya está establecida, pero las personas no.
Nosotros tenemos que estar tomando decisiones a cada momento y por eso es inevitable que nos equivoquemos mucho.
Feliz verano, besitos.

Pedro Estudillo dijo...

La evolución es lenta, pero continua, nunca se detiene. Nuestros espíritus así lo atestiguan. Ahora nos ha tocado vivir este período, más adelante nos veremos en otro, yo así lo creo, que hemos venido a este mundo sólo a evolucionar en el amor y en la sabiduría... pero despacito.
Me encanta cuando te pones filosófica.

Un beso.

Cuenticiente dijo...

¡Bravo! Os adoro chicos, me encanta encontrar gente con esta visión del mundo. Yo siempre he sido de tendencias humanistas, la inteligencia humana es algo que me fascina.
La capacidad de crear, la abstracción, el pensamiento, el razonamiento deben ser los pilares para un nuevo sentido. Un sentido que nos eleve, que nos ayude a evolucionar.
Es una gran responsabilidad, de acuerdo, una jugarreta del destino, bien... pero el viaje más maravilloso posible.
Genial. Hoy estoy especialmente contenta.

Carmen dijo...

Chiquilla, ¿qué te está bullendo en la cabeza que no paras de filosofar, reflexionar y agitar cerebros?. Muy bien, Chari, a mi me cuesta contestarte, hija, pero muy bien, tu entrada y que estés tan contenta hoy. ¿repetimos mañana?

Cuenticiente dijo...

Gracias Carmen. Me encanta que vengas y te quedes aquí conmigo un ratito. Un abrazo.