sábado, 18 de septiembre de 2010

"EL AMOR DE JUAN"

Después de este paréntesis forzado, durante el cual debido a un problema con el ordenador el blog ha permanecido en silencio, prosigo con mucha fuerza y bastantes ganas.
Traigo la mochila llena de cosas.
Traigo ternura, enfado, crítica... de todo un poco.

Repasando los comentarios de mis compañeros referentes a las últimas entradas, sobre todo los del texto "Amores en sobre", he creído oportuno editar uno de los que escribí para el cuadernillo "Amores" del Colectivo.
Primero para que exista la oportunidad de comparar ambos textos desde un punto de vista ante todo literario a la vez que da paso a una apreciación de mis compañeros, cuyas críticas y observaciones son para mí como agua de mayo y objeto de un profundo respeto. Segundo para obtener una base que se me hace necesaria a fin de contestar con serenidad y educación a un seguidor eventual cuyos comentarios se quedarán sin publicar al menos de momento.

"EL AMOR DE JUAN"


Cambié tu barracón por una casa, te dí protección, todo lo que ansiabas...

Hice todo por tí, me casé contigo... Ni siquiera necesitabas expresar lo que sentías: conversar, escribir, leer... ¿para qué?, si yo lo hacía por tí mi amor.

Nunca te hizo falta, créeme. Sigo queriéndote así... muda, sumisa, impotente.

Tu inutilidad no me importó nunca. Me sirves, y serviste para parir cinco hijos, ¿puedo pedir más?

Temblando, siempre obedeciste, mi vida.
Te amenacé, lo sé... pero me ví obligado. Siempre me has respetado y temido. Soy tu vida... tu principio y tu fin.

Ahora, estás más torpe que nunca. Has envejecido; tu carne flácida y seca me asquea, he de ser sincero.

Pero..., no sé, amor... Llego a casa y te encuentro siempre... solícita, callada...

Te amo, sí... Creo que te he dado una buena vida.



Este "Juan" está inspirado en un "Juan" real, que sigue maltratando. Su víctima tiene Alzheimer, y tal vez por desgracia, tal vez por fortuna quizá ella ya no recuerde nada...

Ahora bien, dejando bien clarito y resaltando la realidad de la violencia machista, insistente, perenne, indeseable, he de hacer público y denunciar el latente comportamiento y pensamiento misógino que corre por las venas de algunos hombres.

He recibido comentarios insultantes, y con un sospechoso cariz misógino que no pienso tolerar.
Si bien prefiero no publicarlos para extender mi denuncia contra todos aquellos hombres que se den por aludidos con mis textos sobre comportamientos machistas y discriminatorios.

Quiero, a su vez hacer hincapié en algo absolutamente importante y esencial que parece haber sido pasado por alto por algunas mentes lectoras.
Cuando hablo de maltrato y violencia machista, verbal o física y discriminación hacia la mujer de cualquier tipo NO hago extensivo este comportamiento a todo el género masculino.

Jamás se me ocurriría tal ejercicio de totalitarismo, porque ni pienso así, ni siento así. Además de parecerme una forma de "defensa" completamente injusta y desquiciada, carente por completo de sentido común y con trazas de ideologías bastante peligrosas.

Por lo tanto, cuando hablo en mi blog o en mi vida cotidiana de estos temas me remito y ciño exclusivamente al hecho o sujeto, jamás considero al resto de hombres susceptibles de estos condicionamientos. Esto que quede claro.
Si algún hombre ( como ha ocurrido) se siente aludido de alguna manera, debe por favor hacer, una examen exhaustivo de sus estructuras de pensamiento sobre estos temas y aplicar la lógica de manera sistemática y urgente.
Pero DE NINGUNA MANERA, hacer comentarios denigrantes, misóginos e insultantes y mucho menos hacia mi persona.
Espero que esto no se vuelva a repetir, y que éstos sean críticos si deben serlo pero utilizando un lenguaje correcto y educado y lejos de apreciaciones y conjeturas equivocadas sobre mí y/o mi manera de pensar o expresar ideas o convicciones.

No hay que recordar, por supuesto que con no visitar el blog es más que suficiente si estas personas se dan por aludidas con mis textos. De todas maneras aclararé algo sobre ellos.

El texto de "Amores en sobre" pretende hacer un bosquejo de manera relajada y divertida sobre las diferencias usuales ( que no generalizadas) del concepto de fidelidad y las diferencias que pueden existir entre los puntos de vista de un hombre y una mujer.
El texto de "Algo que me supera" pretende denunciar la falta de respeto a la hora de dirigirse a una mujer desconocida, por parte de ciertos hombres.
Creo que, por otra parte cualquier mujer con un mínimo de educación se abstendría de ir por la calle diciendo impertinencias a todos los hombres que se le antojasen atractivos.

Esto podría abrir un debate, por supuesto. O no, lo cual sería más relajado.
Lo que sí sería deseable podría ocurrir en nuestras mentes.
Compartir, aprender los unos de los otros, respetar y convivir.
¿Alguién quiere vestirse de utopías?

9 comentarios:

genialsiempre dijo...

Me alegro que ya estés operativa de nuevo. Ya ví que, al final, solo eran pequeños problemas del ordenador, pero producidos por las usuarias, mejor así.

En cuanto a tus entradas, aquí hay un hombre, que no se siente aludido para nada y que además comparte lo que escribes, porque es una manera de enseñanza para aqullas personas que no conocen la brutalidad. Prefiero dejarlo aquí, para no entrar en detalles.

Carmen dijo...

He oído tantas veces el texto, que ahora que lo leo, parece que escucho tu voz recitándolo, porque tú lo recitas, no lo lees. De todas maneras, ¿este no es exactamente el mismo que presentante para el cuadernillo, verdad?

Bueno, cambiando de tema. ¿los comentarios que te hacen llevan nombre?, supnogo que no, que son totalmente anónimos. Pues mira Chari, que tu no te apures, que demás sabemos que tu no estás catalogando a nadie ni generalizando con tus textos, que al menos en la escuela de letras estás rodeada de hombres que se visten por los pies, y seguro que ninguno de ellos te lo ha recriminado jamás, básicamente porque imposible que ninguno de ellos se de por aludido. Si algún hombre se molesta, ya él sabrá por qué, así que tú sigue con tu reivindicaciones, implícitas o explícitas, que desgraciadamente todavía hay muchas mujeres que se sienten identificadas y arropadas con tus textos.

Me levanto y te doy un aplauso, y luego un beso.

Cuenticiente dijo...

Es eso, Jose María. Se trata de compartir y convivir, me alegra mucho tu visita y el cariño que regalas con tus palabras.

Cuenticiente dijo...

Hola Carmen, el texto lo he copiado del cuadernillo, porque quería evitar un fallo de memoria, y porque no sé dónde tengo los borradores escritos.
Y decir que sí, que los comentarios llevan nombre. Y que no es de nadie que pertenezca al grupo, aunque esto ya lo sabemos todos. Tampoco de los buenos amigos blogueros que vienen por aquí y dejan comentarios e ideas de las cuales aprender.
Conozco a esta persona.

Lo único que he querido es utilizar el mismo soporte (el blog) para crear una respuesta.
Gracias por tu cariño, compañera de letras.
Un abrazo.

Manuel dijo...

Hola Chari, como me siento, obviamente, aludido, espero que publiques estas líneas. En primer lugar, quiero pedirte perdón, públicamente, ya que te has sentido ofendida por un comentario mío, en respuesta a un texto tuyo que yo consideré ofensivo, no conmigo, sino con todo el género masculino. Me tengo por una persona educada e incapaz de hacer daño a nadie, y procuro enmarcar mis actos dentro del respeto a la persona. Como ya se sabe, no siempre querer es poder. No pretendía ofender, así que, nuevamente, perdón. Me hubiese gustado darte mis excusas en privado, quizás algún día. Yo también lucho por la igualdad de género, por la erradicación de la violencia machista, y ,en ese ámbito, siempre estaré dispuesto a la acción. Me gusta leerte, no soy un lector esporádico, aunque solo comento de vez en cuando; no tengo habilidades literarias, pero creo reconocerlas en los demás. Me alegra leer que tú no generalizas, pero el texto polémico lo han leído varias mujeres, y todas coincidían con mis apreciaciones, en la falta de medida entre el hecho que narrabas y lo que venía después. En todo caso, no conté hasta diez, así que mi respuesta no fue mesurada. En este campo de la inteligencia emocional, procuraré mejorar, te lo prometo.
Atte.
Manuel

Anónimo dijo...

Sí, Charo.
La respuesta más generalizada es la de ira y amenazas cuando a un mentiroso se le descubre.
Lo hacen los maltratadores, los infieles, los mentirosos y así un largo etcétera. Es su forma de reaccionar porque mediante la razón les resulta imposible por cuanto saben que no tienen argumentos.
No das nombres, aunque sí podrías estar haciendo referencia a hechos acontecidos y vividos en primera persona y "alguien" puede haberse dado por aludido.

Allá ese "alguien", ¿no?

Lástima que en algunos momentos, a las mujeres no os ocurriera como al increíble Hulk. Si os pudiéseis poner verdes y aumentar el tamaño de vuestros músculos un 300% a más de un machito valiente se le caerían los calzoncillos.
Bueno, a más de uno ya se le caen cuando les "pilláis", porque como dice Luis Racionero, las mujeres tenéis un sentido especial para detectar esas cosas y cómo no íbais a tenerlo si lleváis 2 millones de años analizando las caras de vuestros bebés homínidos para saber qué les pasa sólo con mirarles...

Un beso.

Anónimo dijo...

Continuemos con la lucha, entre todos, eduquemos en la igualdad y el respeto a nuestros niños. Hay muchas formas de maltratar a los otros cuando por lo que sea están en desventaja. Sabes que estoy contigo en lo que se refiere a la violencia machista, no soporto ver como maltratan a cualquier persona, a un animal o incluso una planta.
Pongamos freno a todo tipo de maltrato sea de la naturaleza que sea.

Un abrazo, Eva.

Pedro Estudillo dijo...

Sigue escribiendo así y denunciando todo lo denunciable, ya se sabe que quien se pica ajos come.
Y, por tu salud, procura no tomarte de manera personal ningún comentario, ya sea anónimo o no; te lo dice un bloguero veterano.

Besos.

Cuenticiente dijo...

Gracias a los lúcidos compañeros que saben dónde estan las luchas y dónde los suspiros de amor y las risas.
Un abrazo grande.